Preguntas frecuentes: el mercurio y la salud
1. ¿Qué es el mercurio?
El mercurio
y los compuestos mercuriales constituyen según la OMS uno de los diez grupos de productos químicos con mayores repercusiones
en la salud pública.
El mercurio es un elemento natural
presente en el aire, el agua y el suelo. Puede encontrarse
en forma elemental (mercurio metálico), inorgánica u orgánica, y todas ellas
tienen diferentes efectos tóxicos. El mercurio es una sustancia tóxica con efectos
nocivos para el ser humano.
2. ¿Cuáles son las principales fuentes de exposición humana al mercurio?
La emisión
de mercurio en el medio ambiente se debe fundamentalmente a la actividad
humana. La principal fuente
es, con diferencia, la combustión del carbón para la producción de electricidad
y la calefacción.
El mercurio
que contiene el carbón es emitido durante la combustión de este. Prácticamente la mitad de las emisiones
atmosféricas de mercurio proceden de centrales termoeléctricas alimentadas con
carbón, de calderas
industriales y del uso doméstico para calentarse y cocinar.
Como el
mercurio es un elemento presente de forma natural en el medio ambiente, también
hay emisión generada por la actividad volcánica y la erosión de las rocas.
3. ¿Qué productos manufacturados contienen mercurio?
Se
encuentran cantidades variables de mercurio en muchos productos, tales como pilas;
aparatos de medición como termómetros y barómetros; interruptores y relés
eléctricos; bombillas, entre ellas las domésticas de bajo consumo; amalgama
dental; cosméticos y productos farmacéuticos. Los
blanqueadores de la piel pueden contener mercurio, aunque en general estos
productos están prohibidos.
El uso y
eliminación de los productos que contienen mercurio debe recibir la atención
que merece.
4. ¿Cómo daña el mercurio la salud humana?
La principal fuente de exposición
humana al metilmercurio es el consumo de pescados y mariscos contaminados por
este compuesto.
Prácticamente todas las personas tienen en su
organismo al menos cantidades ínfimas de metilmercurio, lo cual refleja la
presencia generalizada de este compuesto en el medio ambiente y la exposición
humana a través del consumo de pescados y mariscos. Las personas
pueden estar expuestas al mercurio en cualquiera de sus formas en diferentes
circunstancias.
En el feto, el lactante y el
niño, el principal efecto del metilmercurio es la alteración del desarrollo
neurológico.
La
exposición al metilmercurio en el útero, que puede proceder del consumo materno
de pescados y mariscos contaminados, afecta negativamente el desarrollo del
cerebro y del resto del sistema nervioso del niño.
En niños
expuestos al metilmercurio en el útero se han observado efectos negativos en la
función cognitiva, la memoria, la
atención, el habla y las actividades visuoespaciales y motoras finas.
5. ¿Cómo entra el mercurio en la cadena alimentaria?
El mercurio
sufre complejas transformaciones en el medio ambiente (el aire, los sedimentos
o el agua). Una vez que se ha
depositado, la forma química del mercurio puede metilarse en el suelo y los
sedimentos, en gran parte a través del metabolismo bacteriano.
El metilmercurio, que es la forma
más tóxica del mercurio, se biomagnifica en las redes alimentarias, especialmente en la acuática (como ocurre con
las especies de peces que se encuentran en el tope de la cadena alimentaria).
El metilmercurio se bioacumula (es decir, presenta mayores concentraciones que
en el entorno) en los peces y mamíferos
marinos y de agua dulce.
6. ¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo para la salud humana?
Fomentar el uso de fuentes de energía limpias que no se basen en la
combustión del carbón.
La
combustión del carbón para producir electricidad y calor es, con diferencia, la
principal fuente de mercurio, y constituye un importante problema de salud
pública.
Prácticamente la mitad de las
emisiones atmosféricas de mercurio proceden de centrales termoeléctricas
alimentadas con carbón, de calderas industriales y de los hogares.
El mercurio
que contiene el carbón es emitido durante la combustión de este. Además se emiten otros contaminantes
atmosféricos peligrosos, como las partículas de 10 micrómetros o menos (PM10),
que penetran en los pulmones, pueden llegar al torrente sanguíneo y son muy
nocivas para la salud. El cambio a la utilización de fuentes de energía
limpias puede proporcionar varios beneficios considerables para la salud.
Acabar con la minería del mercurio y la utilización de este en la
extracción de oro y otros procesos industriales.
El mercurio
es un elemento que no se puede destruir; por consiguiente, el que ya se está utilizando
se puede reciclar para los usos que sigan siendo esenciales, y no es necesario
seguir con la extracción primaria de mercurio.